Tomateras

Tomateras

martes, 22 de febrero de 2011

Últimos días


Siento una brisa que revuelve mi cabello, me hace recordar que el calor, el sol y los turistas estan a punto de menguar, el verano acaba pero aun debo hacerme cargo de mis cultivos tardíos, las tomateras comienzan a mostrar atisbos de sus frutos, las flores milimetricas me brindan la esperanza de obtener en la lejania de un futuro un fruto entre mis manos, ahelo ese momento.
Tiernos brotes de albahaca y rúcula decoran la vereda de mi jardin, los pequeños cotileidones muestran su energía, presiento que se viene una cosecha que superara mis expectativas, cual gusto me dare con aquella ensalada que deleitara mis instintos, que felicidad alimentar el cuerpo con el producto del trabajo del mismo, que goce procuran estos logros.

martes, 15 de febrero de 2011

pequeñas luchas




Remuevo la tierra para descubrir los primeros brotes de mi ansiada rucula, pequeña pero intensa emerge sin dudas entre los terrones, su forma circular y uniforme es casi perfecta, los cotileidones parecen perfectamente armoniosos a pesar de la lucha que encarnizan por hacerse un lugar en la maceta, el destino, cruel y cómico las trajo a la vida por montones y como consecuencia de mi siembra al boleo han acabado montadas en un sector, tan juntas que hay unas que a penas sienten el calor del sol, aun no se que hacer, si aclarar o esperar que en lo inevitable sea el mismo director inexorable de sus vidas el que les de su fin.. aun sin respuestas esperare.

martes, 1 de febrero de 2011

Sorpresas

Con el pecho apretado y el resfrío colandonse en mi cuerpo decidi como cada mañana ir a dar una vuelta a mi jardin para ver que novedades me ofrecía, la respuesta fue grata, de la tierra, como emergiendo sobre las probabilidades que dictaba mi mismo pesimismo un par de hojitas de escazo tamaño pero tremenda tezón destacaba en el suelo, sí, como dandome una señal de que mi pequeño escape a la rutina tenía al fin respuesta, la patata se abria camino para demostrarme que la vida tiene empuje que a pesar de mi reticencia iba a nacer, crecer y florecer, mi papa, mi pequeño tuberculo me anima y tan sólo son las 10 menos 20.